En un principio, el término cannabinoide se refería únicamente a los cannabinoides del cannabis. Hoy en día, este término puede también utilizarse para denominar sustancias sintéticas que tienen los mismos o parecidos efectos a los de los cannabinoides vegetales.
Los cannabinoides vegetales aparecen bajo diferentes formas, pero sólo una parte tiene efectos terapéuticos. En la planta, los cannabinoides aparecen sobre todo en forma de ácidos (ácido carbónico) que apenas tienen efectos farmacológicos, como por ejemplo los ácidos THC. Sólo surten efecto los correspondientes fenoles, que se obtienen fácilmente a partir de estas formas ácidas, por ejemplo calentando el cannabis. En la planta del ámbito europeo aparece en forma de fenoles menos del 10% del THC total; en zonas más calidas, como es el caso de África y Asia, puede llegar a ser hasta un tercio del THC total. En la resina del cannabis (hachís) puede aparecer más del 50% del THC en forma de fenoles; por eso puede llegar a tener más efectos si se ingiere sin más, sin calentarlo antes.
Hasta ahora se han descubierto 483 principios activos naturales en la planta del cannabis, que se encuentran también en otras plantas y animales. La mayor parte de ellos no tienen efectos farmacológicos. Entre estas sustancias encontramos aminoácidos, proteínas, azúcares, terpenos, cannabinoides, flavonoides, vitaminas, hidratos de carbono, alcoholes, aldehídos, cetonas, ácidos grasos, pigmentos y otras más. En una misma planta sólo hay una parte de esas 483 sustancias. Hay una diferencia en la composición según los distintos tipos de plantas.
Hasta hace pocos años se pensaba que los componentes específicos de la planta, los cannabinoides, sólo aparecían en el cannabis. Pero científicos japoneses han encontrado sustancias parecidas en dos tipos de musgo que no se dan en Europa: el Radula perrottetii y el Radula marginata. La estructura química de los ácidos perrottetinéticos es semejante a la del delta-9-THC del cannabis. No obstante, no se sabe todavía si estos ácidos tienen algún efecto farmacológico en los seres humanos.
Se han podido identificar hasta 66 cannabinoides en el cannabis que se pueden dividir en diez tipos según sea su estructura química básica, como el cannabigerol (CBG), el cannabicromeno (CBC), el cannabidiol (CBD), el delta-9-THC y el cannabinol (CBN), por nombrar los cinco más importantes. Otros cannabinoides son el delta-8-Tetrahidrocannabinol (delta-8-THC), el cannabiciclol (CBL), el cannabielsoina (CBE), el cannabinodiol (CBND) y el cannabitriol (CBTL). A parte existen algunas formas mixtas. A cada tipo pertenecen varios cannabinoides que se diferencias entre ellos, por ejemplo, en la longitud de la cadena lateral en la molécula principal. Hay en total nueve cannabinoides que pertenecen al grupo del delta-9-THC.
La mayor parte de las veces sólo se encuentran en una planta entre tres y cuatro cannabinoides en una concentración relevante, mientras que los otros no aparecen o sólo están presentes en pequeñas cantidades. En los tipos de cannabis de los que se extrae la marihuana y el hachís hay una alta concentración de delta-9-THC (entre 1% y 25%), mientras que en el cáñamo industrial predomina el cannabidiol, con una concentración de 0,5 o 1%. En la Unión Europea sólo se permite una concentración máxima de 0,2% de THC en el cáñamo industrial para evitar el estado de embriaguez producido por el cannabis o marihuana.
El delta-9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC o THC) tiene efectos muy diversos. Es el responsable de los efectos psíquicos típicos de la marihuana y el hachís, y también de la mayor parte de las propiedades medicinales de los productos derivados. El cannabis: anima, relaja los músculos, tiene un efecto antiepiléptico, inhibe las náuseas, estimula el apetito, actúa como antibiótico, reduce la fiebre, la presión intraocular, dilata los bronquios, tranquiliza y mitiga los dolores. La dosis normal diaria de THC (dronabinol) está entre los 5 y los 30 miligramos.
El cannabidiol (CBD) no tiene efectos psíquicos y administrado en dosis suficientemente elevadas puede contrarrestar los efectos psicoactivos del THC. Además actúa como sedante, como antiepiléptico, antipsicótico, antiinflamatorio, disminuye la ansiedad (ansiolítico) y reduce la presión intraocular. Refuerza las propiedades del THC como inhibidor de los dolores. Las dosis diarias típicas de cannabidiol en algunos estudios estaban entre los 200 y los 600 miligramos.
Como el cannabidiol, la mayor parte del resto de cannabinoides no tiene (o solo cuenta con mínimos) efectos psíquicos. El cannabinol (CBN), el cannabigerol (CBG) y el cannabicromeno (CBC) tienen efectos farmacológicos pero hasta ahora no se han investigado o se han estudiado muy poco.
Suscríbete al newsletter
Recibe en tu correo todas las novedades de los doctores, del mapa de asociaciones, nuestras próximas actividades y fechas de los próximos consultorios.