Consideraciones sobre el CBD y la presión ocular en el Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad cegadora que se estima que afecta a más de 60 millones de personas en todo el mundo. El glaucoma es una enfermedad neurológica en la que la ceguera se desarrolla gradualmente a lo largo de los años a medida que mueren las células ganglionares de la retina, las neuronas que comunican señales visuales a otras regiones del cerebro. El principal sello distintivo del glaucoma es la presión intraocular (PIO) elevada y, con el tiempo, esta presión elevada da como resultado la muerte de estas neuronas y la consiguiente pérdida progresiva de la visión. Todos los tratamientos de primera línea para el glaucoma están dirigidos a reducir la presión ocular mediante gotas para los ojos.
En una investigación reciente encontraron que el cannabidiol (CBD) aumenta la presión ocular en un modelo de ratón. Este hallazgo, combinado con un estudio previo limitado en humanos, llevó a una recomendación de la Academia Estadounidense de Oftalmología contra el uso de CBD por parte de personas con riesgo de glaucoma.
Se sabe desde hace casi 50 años que la inhalación de cannabis reduce la presión intraocular. El Δ 9-tetrahidrocannabinol (THC) es el principal ingrediente psicoactivo del cannabis que actúa como el agente responsable de los efectos reductores de la presión. El primer receptor cannabinoide, CB1, se identificó en 1990 y desde entonces se ha demostrado que regula importantes sistemas fisiológicos como el dolor, el estado de ánimo, el movimiento y la memoria. Los receptores CB1 se encuentran ubicados en muchas partes del ojo, y posteriormente se demostró que los ligandos del receptor CB1 reducen la presión ocular.
El THC no es el único fitocannabinoide que se encuentra en el cannabis: el cannabidiol (CBD) puede estar presente en cantidades comparables al THC, aunque esto varía mucho según la variedad de cannabis. Considerado durante mucho tiempo inactivo, el CBD ahora está aprobado por la FDA como antiepiléptico en los síndromes de Dravet y Lennox Gastaut. El CBD ha sido tratado por muchos países como distinto del cannabis y ahora está ampliamente disponible incluso en lugares que se han resistido a los movimientos para legalizar el cannabis. La razón de esto tiene mucho que ver con el hecho de que, a diferencia del THC, el CBD no es psicoactivo, pero esto no es del todo cierto, estrictamente hablando, ya que el CBD claramente tiene efectos sobre el sistema nervioso central pero no producirá el clásico “colocón”. El CBD también se ha beneficiado de muchos apoyos por parte de los padres de niños con síndrome de Dravet, una forma devastadora de epilepsia infantil para la que existen pocas opciones terapéuticas. Como resultado, el CBD ahora está disponible incluso en las tiendas de comestibles, a menudo se vende como aceite, pero se está introduciendo en varios productos, incluidos alimentos, cremas y bebidas.
El estudio anteriormente citado tenía la intención de aclarar cómo el THC y el CBD regulan la presión ocular. El THC reduce la presión ocular, sin embargo el CBD tuvo el efecto contrario elevándola en un 18%. Hay varias consideraciones sobre este hallazgo. Primero, que el trabajo se realizó en ratones, utilizando gotas para los ojos en una concentración relativamente alta. Sin embargo, este no es el primer estudio que examina los efectos del CBD sobre la presión ocular. Otros cuatro estudios habían probado los efectos del CBD sobre la presión ocular. Tres de estos estudios no informaron ningún efecto, pero el cuarto, aunque fue un pequeño estudio piloto, informó de un aumento transitorio de la presión intraocular a las 4 horas después de una dosis sublingual de 40 mg. En conjunto, estos estudios plantean preocupaciones sobre si el CBD puede ser problemático para personas en riesgo de glaucoma, pero se necesitan estudios adicionales bien diseñados para aclarar esto.
El CBD tiene un estatus regulatorio dual inusual. Por un lado, es un fármaco aprobado por la FDA en el contexto del tratamiento de la epilepsia que está bajo investigación activa para otras aplicaciones. Por otro lado, el CBD está disfrutando de una aceptación popular como panacea para los síntomas que van desde el dolor y la inflamación hasta la ansiedad. La forma aprobada por la FDA, epidiolex, está estrictamente regulada. Esto contrasta con la versión comprada en la tienda, tratada como un producto natural, y ha habido informes de una variabilidad considerable en los niveles reales de CBD en relación con lo que se indica en la etiqueta.
Si usas gotas para los ojos a base de THC, estas pueden reducir la presión ocular, pero si esas gotas incluyesen cantidades comparables de CBD, o lo que sería peor, CBD solo, entonces existe el riesgo de presión elevada. También se ha probado que el CBD bloquea los efectos reductores de la presión del THC. Se aplican consideraciones similares para el CBD ingerido, aunque el metabolismo hepático de los fitocannabinoides complica el panorama.
Una consideración final es que el estudio reciente también señaló una dependencia del sexo de los efectos del THC. El efecto máximo a las 4 horas fue similar, pero a las 8 horas la presión en los machos fue aún menor mientras que en las hembras la presión volvió a la línea de base. Nuevamente, este trabajo se realizó en ratones, por lo que es posible que la diferencia no se traduzca en humanos y no se estudió la dependencia sexual de los efectos del CBD, pero es posible que el CBD actúe de manera diferente en machos y hembras.
En resumen, la repentina disponibilidad generalizada y la aceptación popular del CBD significan que los profesionales de la salud, responsables de clubes y tiendas deben considerar las implicaciones para la salud del CBD. Aunque todavía hay muchas preguntas sin respuesta, varios estudios ahora apoyan la idea de que el CBD puede elevar la presión intraocular y, por lo tanto, servir como un factor de riesgo para el glaucoma.
La doctora Sara Chinelo es médico colegiada en Las Palmas, certificada en medicina clinica cannabinoide por The Society Of Cannabis Clinicians, de Sebastopol, California. Lleva desde el 2015 trabajando y viendo pacientes por toda España. Puedes reservar una visita con ella en la siguiente página o asistir al próximo consultorio online gratuito que realizamos cada 15 días en Google Meet.
La doctora Sara Chinelo lleva desde el 2015 trabajando en el ambiente de medicina cannabinoide y viendo pacientes por toda España, de manera presencial y online. Puedes preguntarnos acerca de las dudas que tengas en los comentarios o si lo prefieres a continuación puedes reservar una visita con ella.