Consejos para el manejo de la tolerancia al cannabis

En general, en la vida de los seres humanos es normal que las experiencias novedosas provoquen unas reacciones físicas y psíquicas de una intensidad mayor respecto a cuando el mismo evento vuelve a ocurrir con más frecuencia. En otras palabras nos acostumbramos a las cosas.
Este mecanismo se puede observar en particular con el uso de sustancias psicoactivas como el Cannabis, lo que se denomina efecto de TOLERANCIA.
El consumo frecuente y continuado de una sustancia como el THC provoca en el cuerpo humano unas reacciones fisiológicas de “acostumbramiento” por lo que la misma cantidad de sustancia tiene un efecto de menor intensidad respecto a las primeras tomas así que para obtener el efecto deseado hay que utilizar una dosificación siempre mayor hasta el punto de saturación, en el cual aunque se utilicen cantidades altas ya no se puede obtener el efecto esperado.
La reacción del sistema nervioso vegetativo se modifica. La velocidad con que se metabolizan los cannabinoides aumenta. El umbral de estimulación de los receptores cannabinoides se incrementa, y el número de receptores en el sistema endocannabinoide disminuye. En este contexto, en el caso de un consumo continuado de cannabis, se habla de una neuroadaptación, es decir, de una adaptación del sistema nervioso a las nuevas condiciones.
Cuando se llega a ese punto, lo recomendable es una suspensión o pausa temporal (el tiempo varia según la sustancia y la frecuencia) es posible reducir el efecto de tolerancia hasta restablecer los equilibrios del principio, pero la mala noticia es que posiblemente se haya desarrollado cierto grado de dependencia, hecho que puede dificultar la puesta en acto de dicha pausa. Algo que también se puede hacer es cambiar la cepa de cannabis a otra variedad con un perfil terpénico diferente.
En específico en el uso del Cannabis, aunque por un lado se suele desarrollar poca tolerancia con un consumo esporádico, por otro lado se puede desarrollar de forma relativamente breve (entre 1 y 2 semanas) con un consumo habitual y puede ocurrir hasta a lo largo de un mismo día si se empieza a consumir de forma regular desde temprano.
El efecto de tolerancia en el Cannabis provoca una reducción tanto de su efecto psicoactivo como de su efecto terapéutico (relajación, reducción del dolor…), por lo tanto es recomendable hacer una pausa cada 6 o 12 meses dependiendo del grado de tolerancia desarrollado.
Aunque para los efectos psicoactivos puede ser suficiente una pausa de días, la duración ideal de la pausa puede variar de 1 a 3 semanas según el nivel de consumo.
Es muy importante para los consumidores habituales planificar momentos de pausa y/o reducción de consumo, cuyo incremento causado por el efecto de tolerancia puede aumentar los riesgos asociados al consumo crónico como el desarrollo de dependencia y unos cambios negativos tanto a nivel fisiológico como cognitivos (problemas de concentración, memoria, somnolencia o cambios de humor). Estas modificaciones son reversibles si se deja de tomar cannabis. En pocas semanas, el cuerpo se adapta otra vez y se restablece el estado originario con un nuevo equilibro.
Diferencias entre el THC y CBD en el desarrollo de la tolerancia
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